El fenómeno del consumo se ha vuelto cada vez más complejo, cambiante y digitalizado lo que desafía a las empresas que compiten en el mercado por captar las preferencias cada vez más diferenciadas y responder a las exigencias del nuevo consumidor. La regulación también se ha vuelto dinámica ya que se ve fuertemente desafiada por nuevas tendencias en materia de consumo en el contexto de su tecnologización y globalización, abarcando varios aspectos importantes tales como el comercio electrónico, la Protección de Datos, consumo sostenible, herramientas conductuales y de IA, entre otras.